Una experiencia única que invita a adentrarse en una enorme caverna, para descender deslizándose por la roca de una cascada.
CORRESPONSAL EN CÓRDOBA
Saliendo desde Córdoba capital se transita el Valle de Punilla y se atraviesan las Altas Cumbres, hasta llegar a la majestuosa Quebrada del Batán. La mism, se encuentra al límite del Parque Nacional Argentino Quebrada del Condorito.
Esta quebrada se caracteriza por su increíble circuito de ollas, saltos de agua y cuevas, conveniente para la actividad de canyoning: rapel por cascadas.
La cascada escondida del Batán está ubicada en la cabecera de la quebrada homónima. Oculta entre cajones de granito, cae dentro de una enorme caverna tallada por el agua durante miles de años, conformando en la base una olla de agua cristalina.
Para llegar a ella hay que caminar en dirección ascendente y paralela a la ruta, río arriba, unos 150 metros, hasta encontrar la boca de la cascada, que cuenta con una altura de 25 metros.
La aventura se hace de la mano de un instructor, que guía desde la cabecera de la cascada a la persona que va descendiendo por gravedad mediante el deslizamiento por una cuerda enlazada al cuerpo. Atravesando el salto de agua y sus paredes rocosas, llega hasta la base, donde otro instructor la espera.
Una experiencia única, en la que el latido del corazón se acelera en todo momento.