Conocido como el Tren del Fin del Mundo, es un viaje a la historia sumergido entre valles, montañas y bosques de Lenga.
CORRESPONSAL EN LA PATAGONIA
El Ferrocarril Austral Fueguino funciona hace más de 20 años, reviviendo en los últimos 7 kilómetros lo que fue el Tren de los Presos. El recorrido parte desde la estación Fin del Mundo, en un viaje placentero la trocha angosta se interna en el bosque fueguino hasta llegar a un valle donde se encuentra el “cementerio de árboles”. Aquí los presos talaban los árboles para calefaccionar el presidio, muchas historias y leyendas giran en torno a este lugar. El recorrido sigue con la primera parada en Estación Macarena, allí el visitante podrá tener una vista de una pequeña cascada y de réplicas de las chozas utilizadas por los yaganes, pueblo originario. Luego de una parada de 20 minutos, el tren sigue rumbo al Parque Nacional Tierra del Fuego, donde hará su última parada para luego regresar a la estación.
El tren tiene sus inicios a fines del siglo XIX, cuando el gobierno federal instaló una colonia penal en Ushuaia y a partir de allí se construyó un ferrocarril de rieles de madera, con trocha angosta para el transporte de leña que serviría para calefaccionar y seguir construyendo la pujante ciudad. Este tren funcionó hasta 1947, cuando clausuraron el presidio.
El Tren del Fin del Mundo tiene salidas diarias en diferentes horarios, que permiten al visitante adecuar sus itinerarios. Los costos varían según el servicio, pues hay tarifas especiales para residentes fueguinos, nacionales y jubilados.