No sólo contiene en sí misma bosques tropicales, semidesiertos y bosques nublados; también alberga a ocho importantes grupos étnicos de México.
CORRESPONSAL EN MÉXICO
La reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán, que comparten los estados de Puebla y Oaxaca, respectivamente, se trata de la mayor y más diversa del mundo. Fue decretada Reserva de la Biósfera por la Unesco en 2012 e inscrita el 1.° de julio de 2018 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como sitio mixto, por su riqueza lo mismo cultural y natural.
En la reserva, que existe dentro de una zona con clima semidesértico que parece sacado de una película, existe una de las mayores concentraciones de cactus columnares en el mundo; de acuerdo con autoridades mexicanas, en la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán existen 40 de las 75 especies reportadas hasta el momento en México.
No obstante, también cuenta con arbustos xéricos, bosque caducifolio tropical, bosque de pinos, pino-encino y bosque nublado.

Foto: Ollín Velasco
Riqueza cultural
La razón por la que la Unesco la distinguió por su importancia cultural es que alberga a ocho grupos indígenas (mixtecos, cuicatecos, ixcatecos, nahuas, chocholtecos, popolocas, chinantecos, mazatecos), muchos de los cuales aún conservan sus lenguas nativas y costumbres ancestrales.
La gastronomía de la zona es otro factor que vale la pena resaltar: debido a su clima cálido y con bosque tropical, permite el crecimiento de especies frutales como el mango, la papaya, piña, limones, gran variedad de chiles y chicozapotes. Las recetas que se hacen con esos ingredientes, así como los que provee la zona totalmente árida, permiten una cocina de aprovechamiento con temporadas bien marcadas.