Sus playas de grandes extensiones en Rio Negro fusionan la tranquilidad del paisaje con las condiciones ideales para los amantes del deporte.
CORRESPONSAL EN LA PATAGONIA
Con la llegada del calor, la Costa Atlántica rionegrina se convierte en una de las alternativas predilectas de los viajeros. Este verano, la tranquilidad de las playas y el contacto con la naturaleza son algunas de las opciones que podrán disfrutar los visitantes durante su estadía.
A las más conocidas, como Las Grutas, Playas Doradas y El Cóndor, que cuentan con una oferta variada de servicios, se le suman otras más tranquilas que poseen una paz inigualable, tales como Las Conchillas, Punta Perdices, Bahía Creek y todos los balnearios que conforman la Ruta Escénica o Camino de la Costa. La misma ofrece las condiciones ideales para la práctica de deportes como carrovelismo, kitebuggy, windsurf, kitesurf, windskate y surf.
Por otra parte, quienes busquen vivir una experiencia diferente, en el Golfo San Matías podrán disfrutar de embarcaciones para avistar fauna marina, entre los más pintorescos, ejemplares de lobos marinos, delfines y pingüinos.
Asimismo, las aguas del golfo son aptas para el buceo, tanto para principiantes como para expertos. Los prestadores ofrecen distintas variantes para buzos profesionales que incluyen travesías por los arrecifes artificiales del Parque Submarino Las Grutas.
Así, la Costa Atlántica rionegrina se convierte en uno de los grandes atractivos para aquellos que buscan relax entre el susurro de las olas y el aire puro de la playa. Mientras que para los más aventureros, esta zona les brinda la adrenalina propia de los deportes acuáticos.