La calidad y los sabores de la gastronomía de San Luis están fuertemente vinculados con su paisaje, su reconocido microclima y la naturaleza de la flora y la fauna local.
En San Luis, en el límite con Córdoba, se encuentra Villa de Merlo. El destino es famoso a nivel mundial por su microclima perfecto y porque tiene un paisaje natural rústico en la que predomina la naturaleza de la flora y la fauna autóctona. Allí, uno de los animales que se destacan son las cabras, que se alimentan de la pastura silvestre, ya que se crían en el monte en un entorno virgen, rico en diversidad de hierbas y yuyos. Es más, nutritivamente se saboriza así a la leche con la que alimentan a los chivitos y es lo que vuelve tan singular y sabrosa a su carne. Estos atributos hicieron que se ganara el título de perla gastronómica y el chivito serrano se convirtió así en su manjar más característico.
Una opción para probar el chivito serrano es en empanadas al pozo, ya que la cocción se realiza depositando la preparación en un hueco en la tierra durante 12 horas.
Una de las recetas más codiciadas es la del chivito serrano a las llamas. Su cocción se caracteriza por el aporte de un perfume único a la carne, de la mano de las maderas de algarrobo, quebracho, chañar y jarilla. Sin duda, el chef debe contar con especial dedicación y paciencia, el fuego genera un desgrase suave, mientras el humo perfuma a la pieza cárnica y se condimenta apenas con una leve salmuera. Es una preparación que acentúa el sabor silvestre.
Por otro lado, el chivito serrano se realiza al disco de arado, con tres horas de cocción y acompañado con una salsa al vino blanco y papas naturales. También puede ser en horno de barro, cuya particularidad la aporta el jugo de este tipo de cocción, o en empanadas al pozo en la que el chivito serrano es depositado en un hueco en la tierra durante 12 horas, dentro de una olla de barro. Otra opción es como relleno de sorrentinos, lasagna, o como estofado acompañando todo tipo de pastas.
El chivito serrano de Villa de Merlo es una opción que no se debe pasar por alto si se está de visita por la zona. Menos aún, si el entorno es una deslumbrante vista del paisaje natural puntano, que brinda el complemento perfecto.