miércoles, 31, mayo, 2023
CubaOnLine

Los turistas podrán ingresar a la provincia libremente siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos. En el caso de no tener un testeo, podrán hisoparse sin ningún costo adicional.

En los últimos destinos, varios destinos de Argentina iniciaron oficialmente la temporada de invierno. Después de transitar un 2020 totalmente distinto por la pandemia, muchas provincias calentaron sus motores y apretaron a fondo el acelerador para poder tener un presente cercano al que soñaban. Un ejemplo puntual es el de La Rioja, que comenzó oficialmente el receso estival el lunes de esta semana y lo terminará el 23 de junio. 

A raíz de este contexto, las autoridades provinciales dispusieron desde hoy nuevas medidas para el ingreso de turistas, entre las que se destaca la posibilidad de hacerles un test PCR gratuito al llegar.

Según un comunicado, el Gobierno provincial dispuso que los turistas podrán ingresar libremente desde cualquier punto del país por los puestos camineros, aunque deberán cumplir con ciertos requisitos sanitarios relacionados a la pandemia de COVID-19.

En el caso de los menores de 18 años, podrán entrar con acreditación mediante documento, mientras que los mayores de esa edad que no estén vacunados ni hayan tenido coronavirus tendrán que presentar un resultado negativo de test rápido o PCR. En el caso de no tenerlo, la provincia confirmó que podrán examinarlos de forma gratuita al arribar.

De todas formas, quienes hayan cursado la enfermedad tendrán que presentar el certificado de alta médica, y las personas que hayan recibido uno o dos dosis de cualquiera de las vacunas autorizadas deberán presentar el calendario pertinente.

En una charla con Mensajero Plus, José Rosa, afirmó que están con muchas expectativas para el receso invernal: “Tenemos la conciencia puesta en que la actividad pueda llevarse adelante con todos los cuidados necesarios”.

Por otra parte, el funcionario riojano explicó que “muchos turistas están consultando sobre opciones para visitar el destino, servicios, oferta turística en general”. “Creo que llegaremos a tener una temporada de invierno aceptable. Estamos convencidos en que debe existir un fiel compromiso entre el sector público, privado y la comunidad local para que el turismo en La Rioja se active nuevamente”, sumó el secretario.

En torno a los profesionales, Rosa sostuvo que los prestadores “están en condiciones de brindar servicios como alojamientos, traslados, gastronomía y excursiones, entre otros”. “Durante todo este tiempo de pandemia, como sector turístico nos capacitamos sobre cómo debemos cuidarnos y cómo llevar adelante la actividad en pandemia. Es el momento de ponerlo en práctica durante esta temporada de invierno”, agregó.

En paralelo, el secretario de Turismo provincial reconoció por qué quiere que elijan al destino para las vacaciones: “Tenemos una amplia y variada oferta. Me gustaría que todos conozcan nuestros paisajes naturales, que vivan la experiencia de tomar un buen vino riojano en un entorno único, que vivencien nuestras culturas. Todos son bienvenidos para visitar La Rioja”.

Las charlas en los parques, la vida de los riojanos y las noticias en los medios de comunicación giran alrededor del vino, que tiene un rol fundamental para la cultura de La Rioja. De hecho, si a una persona no le gusta beberlo o simplemente no es experta en el tema, tranquilamente puede encontrar en el enoturismo una actividad para disfrutar. Por ejemplo, se pueden visitar viñedos para conocer qué tipo de trabajos se realizan, experimentar el pisado de la uva o interiorizarse en los trabajos de un viticultor a lo largo de más de 80 bodegas con visitas turísticas.

El vino se comparte y su mejor compañera es la gastronomía. Una experiencia única es comer en una bodega o disfrutar de un menú ideal, en el que varían los vinos de acuerdo al plato a degustar.

Es importante remarcar que La Rioja es un destino ideal para los amantes del turismo deportivo y de aventura. Por ejemplo, la actividad acuática en alguno de sus ríos o en el Club Náutico de El Rasillo son interesantes, sin dejar de lado la posibilidad de disfrutar de la nieve caminando con raquetas o en la estación de esquí de Valdezcaray, donde se pueden recorrer los viñedos y los montes a caballo, en bicicleta o caminando; sin omitir la chance concreta de disfrutar la provincia desde el aire a bordo de un globo.

Los ríos riojanos son un paraíso para los amantes de la pesca y sus bosques para los aficionados a la caza. Los amantes del golf también tienen a su alcance varios campos que rodean los viñedos, mientras que los más arriesgados disponen de circuitos de multiaventura para poner a prueba todas sus habilidades.

Por último, y no por eso es menos importante, la gastronomía también ocupa un rol fundamental en la provincia. La Rioja está poblada de ríos que riegan sus  huertas y ofrecen una gran variedad de ingredientes para sus platos estrella de verduras, desde las alcachofas, el cardo, la borraja, hasta la combinación magistral de todas ellas.

Las carnes tampoco se quedan atrás y los pastos verdes de las colinas del sur de la región reúnen un ganado de mucha calidad, para dar el puntapié inicial al placer único que representan, por ejemplo, unas chuletillas de cordero asadas con los sarmientos secos que se obtienen en las vides de La Rioja.

A pesar de ser una región de interior, los pescados también se tratan con mucho cariño en La Rioja, especialmente el bacalao. Algunos platos fueron y son típicos en las cocinas de las abuelas, sin omitir otras exquisiteces como las patitas, manitas, patorrillo, embuchados y los caracoles.

Los postres son el broche perfecto, con tradiciones heredadas de su pasado árabe. Los fardelejos de Arnedo son una tentación de almendra y aceite; y los mazapanes de Soto, que tienen su origen en Cameros, son uno de los dulces más famosos de esta tierra.

Esta gastronomía sencilla, deliciosa y basada en los productos locales, puede disfrutarse en los restaurantes riojanos, desde gustosos menús del día a elaborados platos de autor renombrados con estrellas Michelín; pero también pueden probarse de la forma más típica: yendo de pinchos por las zonas más famosas de cada localidad riojana.