La Columbia británica en Canadá y sus siete puntos turísticos ostentan hermosas vistas panorámicas. Cada una de las escalas que ofrece este recorrido estará enriquecido, además, con la posibilidad de realizar variadas actividades que harán pensar al viajero que cada día está en un lugar del mundo distinto.
Canadá se divide en tres territorios y diez provincias, una de ellas es la Columbia Británica. Grande y hermosa, en cada rincón de este destino sobresale un elemento de la naturaleza, una vista panorámica o una experiencia cultural única que hace que la visita haya valido la pena. Pero, ¿por qué detenerse sólo en un punto?
Hay una gran cantidad de carreteras escénicas en toda la Columbia Británica que llevarán a los viajeros de maravilla en maravilla. Ya sea que deseen lanzarse al camino durante algunas semanas en compañía de amigos, o que quieran visitar la mayor cantidad de lugares posibles en pocos días, aquí siete rutas con lo mejor de este territorio.
El inicio
Punto de inicio: Vancouver
Longitud: 132 kilómetros
Tiempo: 1 a 3 días
Paradas básicas: Playa Britannia, Parque provincial Shannon Falls, el teleférico Sea to Sky, el Stawamus Chief, el teleférico Peak 2 Peak.
#Dato: En los kioscos interpretativos que cuentan con la forma de sombreros de corteza de cedro se puede aprender más sobre los pueblos indígenas de la zona.
Cuando se recorre la carretera Sea-to-Sky hay un viejo dicho que cobra sentido: lo importante no es el destino, sino el camino. Esta extensión de ruta ventosa entre Vancouver y Whistler realmente se ha ganado su nombre. Con azules aguas de un lado, acantilados por el otro y nada más que el cielo azul, realmente se siente que la civilización se quedó en el espejo retrovisor. Esta carretera pasa por cascadas, ríos, cañones, montañas, además de muchos pueblitos. El recorrido comienza en el centro de Vancouver con una visita al icónico Stanley Park; allí se puede observar la vida marina en el acuario local y pasear por el malecón, visitar Gastown, el lugar de nacimiento de la ciudad y Chinatown, donde se encuentra el Jardín Clásico Chino Dr. Sun Yat-Sen y un animado mercado nocturno en verano. Luego, seguir hacia el norte de Vancouver, caminar por el emocionante Puente Colgante de Capilano, que se eleva a 135 m sobre el suelo. Desde principios de la primavera hasta el inicio de otoño, caminar por el agotador Grouse Grind (apodado “Stairmaster de la Madre Naturaleza”) y disfrutar de una hamburguesa en la cima de la montaña es un imperdible. Bajar en el tranvía aéreo, luego dirigirse a West Vancouver para disfrutar de las vistas panorámicas de Howe Sound y el estrecho de Georgia en los parques Whytecliff y Lighthouse.
Desde el oeste de Vancouver, toma la Highway 99 hacia Squamish. En el camino, si se desvían hacia el oeste hasta Horseshoe Bay podrán deleitarse con los crujientes “fish ‘n’ chips” y observar a los ferries que navegan en el puerto. Un área de juegos junto al mar hará que sea una gran opción para pararse a descansar en familia.
Al norte de la bahía de Horseshoe se encuentra el Parque Provincial de Porteau Cove, un destino popular para bucear.
Justo al norte de Porteau Cove, en Furry Creek líneas verdes bordean las aguas de Howe Sound, lo que lo convierte en uno de los campos de golf más pintorescos de la Columbia Británica. A partir de allí, el viaje continúa al norte hasta Britannia Beach para visitar el sitio denominado patrimonio histórico nacional Britannia Mine Museum. Hoy en día muestra la historia de la mina y la región, que alguna vez fue el hogar de la mina de cobre más grande de la Commonwealth británica. Allí, los turistas podrán subir a un tren minero y viajar a lo profundo de un viejo túnel minero, recolectar oro, participar en exhibiciones interactivas y conocer equipos mineros históricos. Este recorrido va llegando a su fin, pero antes no hay que dejar de dirigirse hacia algunas joyas de esta ruta. Al norte de la Playa Britannia hacia la Góndola Sea to Sky podrán subir a la cima y disfrutar de las vistas panorámicas de Howe Sound, así como pasear por las numerosas plataformas de observación. Un imperdible es el puente colgante. El siguiente paso es Squamish, considerada la “Capital de la Recreación al aire libre de Canadá”, es un paraíso para los que gustan de conectarse con lo natural. Los pasajeros se encontrarán con más de 600 senderos para ciclismo de montaña que recorren bosques ancestrales, practicar windsurf en Squamish Spit o caminar por un parque provincial. Al norte de Squamish se encuentra Brackendale, hogar de una de las concentraciones más grandes de águilas calvas invernantes en América del Norte. De noviembre a febrero, surcan los cielos magníficas aves que se alimentan de salmón en el principal centro de observación Eagle Run. También, los viajeros podrán tomar un Eagle Safari para navegar en bote por el río Squamish. Finalmente, el viaje se puede coronar en Whistler, que es uno de los resorts que está abierto todo el año y cuenta con una serie de actividades al aire libre como: esquí de fondo, senderismo, ciclismo de montaña y esquí y snowboard mundialmente reconocidos. Tomando la góndola PEAK 2 PEAK llegarán a las mejores pendientes (o senderos) en un día en ambas montañas de Whistler.
La Ruta marina del Pacífico
Punto de inicio: Victoria
Longitud: 254 kilómetros
Tiempo: 1 a 3 días
Paradas básicas: Parque provincial Sooke Potholes, estrecho marino Juan de Fuca, Forest Discovery Centre de la Columbia Británica, tour del Tótem.
Esta es una buena opción para los amantes del buen comer que tienen prisa, ya que esta ruta incluye playas para surf, viejos bosques, la segunda zona vinícola más grande de la Columbia Británica, algunos de los mejores restaurantes de Canadá y todas las delicias de la capital. Una gran variedad de opciones desplegadas a lo largo de unas cuantas horas en carretera. El paseo comienza en la ciudad de Victoria, en la punta sur de la Isla de Vancouver; luego la ruta se dirige hacia el oeste, pasando por Sooke que es un punto clave de la cocina, desde allí se desplaza hacia las enormes playas surfistas de la costa del suroeste y los montes cubiertos de viñedos del valle Cowichan, zona vinícola. Tan sólo las vistas panorámicas del estrecho de Juan de Fuca hacen que el viaje haya valido la pena, pero el resto de la travesía termina de completar un plan ideal.
Vancouver a Tofino
Punto de inicio: Vancouver
Longitud: 302 kilómetros
Tiempo: 1 a 3 días
Paradas básicas: Parque provincial MacMillan, Acuario Ucluelet, el sendero Wild Pacific Trail, la Reserva del parque nacional Pacific Rim.
Si hay algo que la mayoría de los viajeros de todas las edades algunas vez soñaron es tomar una camioneta e iniciar un viaje lleno de aventuras. Esta opción es ideal para cumplir ese deseo. Rentar una vieja combi, cargar las tablas de surf y encaminarse hacia la carretera de Vancouver a Tofino. Este viaje escénico lleva a los turistas de la gran ciudad a las enormes olas. Dejarán atrás Vancouver, se subirán a un transbordador hacia la Isla de Vancouver y conducirán entre enormes bosques en un camino a la capital del surf en Canadá. A lo largo de este trayecto, es imposible no querer detenerse, como mínimo, una media docena de veces, ya sea por senderos que se ven irreales, playas que se extienden hasta el infinito y constantes paisajes que quitan el aliento.
La ruta costera
Punto de inicio: Vancouver
Longitud: 565 kilómetros
Tiempo: 3 a 7 días
Paradas básicas: Jardines Butchart, museo de la fuerza aérea Comox, hotel histórico Lund, Sechelt.
A lo largo de este territorio hay vistas marinas, playas y leños a la deriva que conducen hasta la costa este de la Isla de Vancouver y de regreso hacia la famosa Sunshine Coast. Este recorrido incluye al menos cuatro paseos en transbordador –más si se decide explorar alguna de las pequeñas islas que hay en el camino— e incluso se puede tomar desde unos cuantos días hasta una semana. Otro plan es visitar a los artistas y artesanos de la Columbia Británica en el lugar donde viven, trabajan y exponen su arte. Galerías, estudios, pueblitos llenos de arte en boga, jardines impresionantes, sitios fascinantes relacionados con las Naciones originarias, bodegas de vinos, granjas orgánicas y dos ciudades principales, son todos estos los puntos más sobresalientes de esta odisea junto al mar.
La ruta de montañas
y viñedos
Punto de inicio: Golden
Longitud: 1,260 kilómetros
Tiempo: 7 a 10 días
Paradas básicas: Resort de montaña Kicking Horse, Parque nacional Yoho, Resort alpino Kimberley, jardines, viñedos y bodega Columbia.
Este recorrido se trata en realidad de complacencias. El viaje continúa con una visita a la zona vinícola con un tour por los resorts de aguas termales. Dando inicio en Golden, un centro de aventuras al aire libre en las montañas rocallosas Kootenay, este trayecto por el sureste de la Columbia Británica conduce a los viajeros a lo largo de lagos y viñedos del valle Okanagan, a través del único desierto real de Canadá, y pasa por los picos y glaciares de las Montañas Rocallosas. Campos de golf de campeonato, senderismo y ciclismo con lifts, ciudades históricas, resorts de montaña y, por supuesto, aguas termales y bodegas de vinos que no dejan regresar al auto.
La ruta de las aguas
termales
Punto de inicio: Cranbrook
Longitud: 851 kilómetros
Tiempo: 7 días
Paradas básicas: Aguas termales de Fairmont, Parque nacional Kootenay, Monte Revelstoke, Área de conservación de vida salvaje del valle Creston.
Siete días, siete aguas termales. La ruta de las aguas termales a través de la región de las montañas rocallosas de Kootenay recorre una cadena de piscinas naturales, desde magníficos resorts hasta rincones secretos entre los árboles. Atraviesa algunos de los escenarios de lagos y montañas más impresionantes del mundo (con una gran historia de sus vías férreas), resorts en las montañas y grandes aventuras al aire libre.
La gran ruta del norte
Punto de inicio: Prince George
Longitud: 3,195 kilómetros
Tiempo: 10+ días
Paradas básicas: Parque provincial Muncho Lake, Parque provincial Boya Lake, glaciar Bear, glaciar Salmon, sitio histórico nacional Fort St. James.
Este recorrido dejó para el final al paseo más largo: la legendaria autopista de Alaska. Es el sitio por excelencia que aparece en la mayoría de las cosas que hacer en la vida. También es el inicio de una odisea a través del norte de la Columbia Británica hacia Yukón. La gran ruta del norte es el hogar de carneros, alces, osos grizzlis y negros, albercas de aguas termales naturales, tótems ancestrales, sitios de pesca legendarios, glaciares, auroras boreales, cultura de las Naciones originarias y la historia del comercio de pieles. La ruta comienza y termina en Prince George, en donde hay acceso por tierra y aire al resto de la provincia.