miércoles, 31, mayo, 2023
CubaOnLine

Es imposible viajar a Mendoza sin verse seducido por la idea de recorrer los innumerables viñedos que tapizan la provincia. "Los Caminos del Vino" son la propuesta perfecta para aprender los secretos de esta milenaria bebida y disfrutarla en todas sus variedades.  

Mendoza y el vino llevan una estrecha relación que se remonta a la llegada de los españoles a América. Las condiciones del suelo, la radiación solar y la perseverancia de su gente lograron convertir a la provincia en la mayor productora de vino del país. 

Durante cientos de años la producción se consumía fronteras adentro, sin embargo, a fines del siglo pasado la llegada de nuevas inversiones nacionales y extranjeras reubicaron a la industria vitivinícola en lo más alto de la industria argentina logrando conquistar mercados de todo el mundo. 

Hoy en día las bodegas compiten no sólo en la calidad de sus vinos sino tambien en el diseño y las propuestas para conquistar el interés de los visitantes, ya sea con catas con los enólogos, restaurantes de cocina de autor y hoteles temáticos. Por todo ello se han convertido en destino de viajeros llegados de todo el país.

Las variedades de vinos se obtienen de las uvas de cepas Chenin, Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Pinot Noir, Bonarda, Chardonnay y Sauvignon que desarrollan sus mejores características en los oasis cuyanos.

Las prestigiosas zonas vitivinícolas se encuentran ubicadas entre 750 y 1.200 metros sobre el nivel del mar y sus viñedos se alimentan con las aguas del Río Mendoza.

Una bodega legendaria

Una de las cavas más representativas de la provincia es Alta Vista, por su antigüedad es considerada patrimonio histórico por los mendocinos. Ubicada a 15 kilómetros de la capital no ha dejado de funcionar en más de 100 años.

La visita consiste en un recorrido por el área de producción de los vinos y el acceso a la bodega histórica, para finalizar con una degustación en la boutique, construida en 1912.

Si algo caracteriza a Alta Vista es que, si bien se ha ido remodelando con el paso del tiempo en cuanto al avance tecnológico, nunca perdió la esencia de la arquitectura del siglo XIX. Fiel a su antigüedad, el ambiente clásico basado en su  estructura de adobe convive armoniosamente con lo moderno. Además, es el  símbolo de la unión cultural de Argentina y Francia, debido a que sus vinos son típicos de la naturaleza de los Terroirs en el país.

Con armonía oriental

En la altura del partido de Luján de Cuyo, se encuentra la bodega Kaikén que debe su nombre a un ganso silvestre patagónico que sobrevuela la Cordillera de los Andes, tal como lo hizo su fundador chileno Aurelio Montes para traer sus conocimientos vitivinícolas a una tierra de condiciones climáticas ideales para la producción de vinos.

La bodega tiene la singularidad de trabajar sus vinos desde la filosofía del Feng Shui, ubicando las instalaciones en una determinada posición y orientación con el objetivo de buscar un equilibrio que influya en el factor humano y, por consiguiente, en el producto. Además, 1500 barricas alojan la bebida y son acompañadas durante las 24 horas por música gregoriana, a fin de usar las vibraciones para ordenar las partículas de una manera beneficiosa. En este viñedo cuyano se cree que la melodía produce en el vino el mismo efecto que en las plantas y los humanos.

Las visitas en Kaikén incluyen recorridos en bicicleta por los viñedos y por la bodega. Además, se realizan picnics al aire libre con vistas a la Cordillera de los Andes y un juego en el que los turistas hacen sus propias mezclas para crear sus vinos personalizados.

Queda en familia

Desde el pueblo de Algarrobo en Málaga, España, llegó en 1886 José López Rivas, quien, proveniente de una familia que en su país ya se encargaba de cultivar sus propios predios con viñas y olivos, se asentó años después en Mendoza para fundar las Bodegas López.

Actualmente, el establecimiento, dirigido por la cuarta generación de la familia, cuenta con 1100 hectáreas de viñedos en las localidades de Cruz de Piedra, Maipú, Luján de Cuyo y Tupungato. Elabora vinos tintos criados y añejados en vasijas de roble que conservan los aromas y sabores del producto final.

La visita guiada consiste en un paseo por las formas de cosecha, añejamiento y embotellado de los vinos. Además, luego de conocer las instalaciones, se puede acceder al museo para recorrer la historia que la familia López Rivas emprendió en los últimos 120 años. Finalmente, se realiza la degustación de dos vinos, uno blanco y uno tinto.

Dormir en las viñas

En Maipú el Club Tapiz en la Ruta del Vino se encuentra en una residencia construida en 1890 rodeada por 10 hectáreas de viñedos. La casa fue restaurada respetando su estructura de villa renacentista conservando elementos de la época como su patio y pisos de pinotea, con insuperables vistas a la Cordillera de los Andes.

Sólo 7 exclusivas habitaciones para tener una experiencia diferente con los mejores servicios personalizados. 

Para estar en medio de los viñedos Cavas Wine Lodge, se presenta como el primer hotel de vino de los Andes. Ubicado en Alto de Agrelo, Luján de Cuyo, es un paraíso pensado para pocos.

Son solamente 14 lodges individuales, cada uno con su propia piscina y una terraza privada con mullidos almohadones y una chimenea que invita a soñar de a dos. Y es fundamentalmente de a dos, porque los menores de 12 años no están permitidos. La casa principal con aire hispano y de blanco inmaculado, cuenta con una sala de reuniones, una biblioteca y living con chimenea, un gimnasio, pileta, un espectacular Spa y una bien provista bodega subterránea con los mejores vinos de la región.
En Vistalba se encuentra Entre Cielos Wine Hotel & Spa. Su moderno diseño crea un entorno elegante y poético, respetuosamente integrado en el imponente paisaje cordillerano. Para disfrutar de una experiencia con la naturaleza realmente exclusiva, cuenta con una suite suspendida sobre las viñas, rodeada de paisajes que dejarán sin aliento a los huéspedes. Entre Cielos cuenta con el primer Hamam tradicional (circuito de baños turcos) de Latinoamérica y un spa de primer nivel. A su vez ofrece una excelente oferta gastronómica con 2 restaurantes abiertos para almuerzos y cenas. 

Posada Salentein está situada en Finca La Pampa, dentro del predio de Bodegas Salentein, en el departamento de Tunuyán. La Posada cuenta con 16 habitaciones ubicadas en 2 casas de campo llamadas “Los Sarmientos” y “Los Zarcillos”, con el concepto de exclusividad y distinción. Cuenta con una selecta cava de vinos de Bodegas Salentein y en el restaurant podrán degustar la cocina típica mendocina y especialidades regionales.

Algunas de las actividades que se pueden realizar son: visitas especiales a la Bodega Salentein con degustación, visitas a la Galería de Arte, cabalgatas por finca San Pablo, visitas a Killka Espacio Salentein, paseos en bicicletas y juegos recreativos.