Riviera Nayarit puede ser el destino perfecto para ir con los más chicos de la familia. Actividades marinas, terrestres y hoteles para todos los gustos.
Las vacaciones no sólo significan un simple descanso en medio de la rutina laboral, un viaje con amigos al otro lado del mundo o una aventura en solitario para “encontrarse a uno mismo”. A veces pueden implicar una odisea en cuanto a la búsqueda de un destino que resulte divertido para los más chicos y al mismo tiempo interesante para los grandes.
“Papá, ¿falta mucho?” es un clásico en todo viaje en familia, sobre todo a lo largo de las rutas argentinas, y que supone una ansiedad de parte de los jóvenes por llegar al lugar elegido para disfrutar de la libertad. Pero hay otra frase típica de vacaciones que realmente puede generar una profunda desesperación: “Papá, quiero volver”. Es que la monotonía, con el correr de los días, puede provocar el aburrimiento que termine logrando que las valijas se armen antes de tiempo.
Es por eso que el lugar elegido debe comprender una amplia variedad de posibilidades dentro de las cuales los más chicos también puedan disfrutar del viaje sin que los adultos resignen la diversión y el descanso.
Uno de los destinos que más se adaptan a esta premisa es Riviera Nayarit, un corredor que se extiende a lo largo de la costa del Océano Pacífico y cubre al estado mexicano del mismo nombre, dentro del municipio de Bahía de Banderas, ubicado a diez minutos del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta.
Este destino turístico ofrece un abanico de opciones para todas las edades, desde la diversidad de los alojamientos, que presentan ofertas y paquetes especiales para hospedarse en grupo, hasta las atracciones que pueden maravillar a toda la familia, especialmente las que se desarrollan al aire libre, motivo por el cual hace poco la UNESCO otorgó un reconocimiento a la región.
Bajo el mar
Las características playas de agua cristalina se prestan para todo tipo de actividades submarinas en las que los más chicos pueden disfrutar y los grandes pueden volver a sentirse niños por un rato.
Uno de los puntos fuertes de esta área es el programa de nado con delfines en el Delfinario de Vallarta Adventures, donde grupos reducidos de turistas tienen la posibilidad de interactuar con estos animales que, según dicen los expertos, tienen gran afinidad natural con los humanos. En el mismo lugar, incluso, se puede hacer lo propio con lobos marinos, en otra de las actividades más populares entre los pequeños.
Otro tour disponible en Riviera Nayarit es el llamado Safari Marino. Un recorrido en lancha a través de la bahía en el que se pueden realizar múltiples actividades como visitar un pueblo con menos de 500 habitantes y conocer su cultura, o montar a caballo a lo largo de la Sierra Madre hasta llegar a una cascada en la que se puede nadar y relajarse. Pero la frutilla del postre en este paseo es el poder nadar entre miles de peces tropicales en una tranquila ensenada.
Debido a la transparencia del agua de Bahía de Banderas la actividad preferida es el buceo. Allí hay escuelas que realizan cursos introductorios de esta disciplina deportiva e incluso ayudan a obtener la certificación PADI, avalada por la escuela más importante a nivel mundial.
Por otro lado, durante el verano y el otoño se puede visitar el Grupo Ecológico de la Costa Verde, un criadero de tortugas verdes, mascota oficial de Nayarit y especie más emblemática de la región. Durante los atardeceres de todos los miércoles comprendidos dentro de la temporada de anidación, la agrupación hace una muestra educativa en el Hotel Costa Azul seguida de la liberación de las crías jóvenes en el mar.
Además, en el Parque Nacional de La Tovara, en San Blas, se puede atravesar la región ecológica en lancha con un guía para admirar las más de 250 especies de aves migratorias de la zona y visitar el Manantial de La Camelota, hogar de decenas de cocodrilos a los que se puede ver desde cerca. Asimismo, se puede hacer un tour por el histórico y colonial poblado de pescadores de San Blas. También se realizan tours de avistamiento de ballenas.
Por tierra
Adentrándose en los bosques, lejos de la vida marina, hay todo tipo de excursiones que pueden entretener a los más jóvenes. Como por ejemplo, un safari en las montañas de Sierra Madre a bordo de vehículos todo terreno que se inicia atravesando los pueblos históricos del lugar, donde se puede interactuar con los nativos y conocer su cultura. El resto del recorrido comprende paisajes únicos hasta terminar en una selva para aprender acerca de la vida salvaje de la región.
Otra de las actividades preferidas es el senderismo debido a la diversidad de vegetación que se puede descubrir durante las caminatas. Hay muchos lugares donde practicar senderismo, pero el más visitado es el famoso Cerro del Mono, un tour a pie con guías especializados que termina en la colina más alta en el sur de Punta Mita. En el camino, se puede divisar una gran variedad de árboles tropicales y aves endémicas características de la zona. El Cerro es patrimonio natural e histórico y forma parte de la Sierra Madre Occidental. Una vez en la cima, se puede observar una increíble vista panorámica de la ciudad.
De todas formas, uno de los lugares más concurridos a la hora de tomarse un descanso de la playa es el conocido Orquideario Lo de Perla, considerado “la capital cultural de Riviera Nayarit”, lugar donde las flores crecen rociadas por la leve brisa del mar en el corazón de la Sierra de Vallejo. Una zona en la que habitan más de 3500 flores que cuelgan de los árboles. Lo de Perla es el único criadero de orquídeas que se encuentra en estado natural, donde más de 60 especies distintas crecen en invierno y otoño.
Probablemente, la atracción favorita de grandes y chicos por igual sea la tirolesa o canopy. Atravesar la jungla desde la altura de la copa de los árboles sostenidos de arneses mediante unos cables de acero de hasta varios cientos de metros de longitud permite reconocer la flora y fauna que abundan en el medio ambiente.
Todas estas atracciones son las que hacen de Riviera Nayarit un destino ideal a la hora de viajar con chicos. Tiene la especial particularidad de contar con actividades que puede convertir la habitual frase de: “Quiero volver a casa” en “¿nos podemos quedar un poco más?”.