domingo, 28, mayo, 2023
CubaOnLine

Cuba es historia, sol, playa, postales, paisajes, casas bajas, autos antiguos. Es la calidez de su gente, sus sonrisas y su frescura. Su cortesía a flor de piel. Su disposición. Es todo eso. Y es más. En su extensión, la Isla brilla, encandila con su belleza, con su clima y costumbres. Atrae a ciudadanos de todo el mundo, los revoluciona. Los hace propios. Interpela. Deja una marca. Vuelvan o no, los turistas se llevan una parte de Cuba. Su amor, su cariño, su ritmo. Su vida, apacible y amena. Algo siempre hay, algo siempre está. Pero Cuba también es su gastronomía, con bocadillos típicos y la coctelería tradicional. Una mixtura, donde imperan la presencia de sabores, fragancias y colores. 

El origen

La base de la comida local está fuertemente relacionada con la cocina española que aportó ingredientes y maneras de cocción a sus productos autóctonos. 
Las diferentes corrientes migratorias que se instalaron en la isla le fueron aportando más complejidad a la comida: franceses, chinos, africanos y árabes le sumaron más variedad. 
Los grupos Taínos consumían frutas como papaya, ananá, guayaba y chirimoya; cultivaban yuca, maíz, maní, ají; pescaban en las aguas oceánicas y recolectaban almejas, ostiones y hasta tortugas. 
Los españoles introdujeron el arroz, la caña de azúcar, los frijoles y la calabaza junto al ganado vacuno y los cerdos.  De los esclavos africanos adoptaron el melón, el plátano, el ñame y el coco. 
Todo eso dió forma a la cocina actual. 

La cerveza cubana está ganando popularidad entre los visitantes. Una de las más conocidas es Bucanero, oscura y fuerte. 

Lo básico

Si en la Argentina uno de los platos típicos es la milanesa con papas fritas, podría afirmarse que su par cubano es el arroz blanco con frijoles negros llamado “moros y cristianos”, además de la ensalada de estación, carne de cerdo asada o al jugo y plátanos fritos. También el congrí es muy popular, es un simple guiso con caldo, arroz y frijoles. El maíz se prepara en tamales, los plátanos en tostones (rodajas fritas) y el cerdo asado en vara (especie de spiedo) es la comida de las celebraciones.        
La cocina cubana fue altamente influenciada por la población africana ya que los cocineros solían ser esclavos. Todo esto afectó mucho la forma de preparar los platos. 
Los historiadores de la gastronomía cubana aseguran que el país recibió durante muchos años una incontable cantidad de inmigrantes chinos que hicieron su aporte a la gastronomía local con la acelga y la espinaca, pero especialmente la forma de cocción con arroz frito, chop suey o verduras al wok.  


 

Un lugar inolvidable

La mayoría de los turistas se pelean por pasar unos minutos en La  Bodeguita del Medio o en el bar La Floridita en la ciudad de La Habana para probar sus tragos típicos, el Mojito y el Daiquiri, pero pocos saben que existe otra preparación exclusivamente cubana y que se sirve en la ciudad de Trinidad. Esa bebida lleva el nombre de Canchánchara. Se trata de una bebida fácil de preparar y los ingredientes son muy sencillos. Sólo lleva aguardiente de caña, miel, jugo de limón y hielo.
Para prepararlo se mezcla bien la miel con el jugo del limón, se le agrega el aguardiente y el hielo. Revolver bien y servir. 
Estando en Trinidad deberán ir al local que lleva el nombre de la bebida “La Canchánchara”, un atractivo en sí mismo ya que es uno de los edificios más antiguos de la ciudad que tiene un hermoso patio con mesas y sillas y música en vivo.

Imperdibles

Repasado el ADN de la gastronomía cubana, ahora van unas sugerencias. Si de infaltables se trata, un itinerario por la Isla no puede prescindir de algunos de estos platos, fáciles de encontrar y al alcance de todos: a los ya mencionados debemos agregar el Ajiaco; Langosta Enchilada, Mandioca con mojo y Ropa Vieja. 
Más allá de los lugares típicos y puestos ambulantes, en Cuba también se hallan los conocidos “Paladares”, restaurantes y cafeterías en casas particulares.  

Un día en Cuba

Todo comienza con el desayuno, por supuesto dominado por el café, uno de los más fuertes del mundo. Al café se le puede agregar leche tibia y azúcar para rebajar su sabor amargo.
Se acompaña con tostadas de pan cubano untado con manteca al que muchos mojan en el café.
El desayuno se complementa con frutas tropicales, como papaya, mango, melón, etc., y si se lo quiere hacer más completo se añade tortilla y hasta croquetas, queso o jamón. 
El mediodía encuentra al cubano comiendo pizza, sandwiches o hamburguesas que compran en pequeños puestos callejeros o locales que expenden comida para llevar. 
Son muy populares los puestos de venta de frutas tropicales, y no hay nada como saborear una fruta madurada bajo el sol cubano: sabores intensos que difícilmente se consigan en un supermercado de cualquier lugar del mundo.   
La comida, es la cena para los isleños, y suele tener arroz, verduras y frijoles (porotos rojos o negros). La variedad está dada en si se agrega carne de pollo, cerdo o pescados/mariscos. 
Los postres cubanos casi siempre caseros suelen ser mermeladas como la de guayaba, mango, fruta bomba o dulces en almíbar como los cascos de guayaba o naranja (corteza de la fruta pelada y sin semillas cocinadas en almíbar), dulce de coco (coco rallado en almíbar) o el Flan de leche, un plato típico para endulzar el paladar.

Renovación

Como parte de un lavado de cara, esta temporada se implementó en La Habana una “Ruta de tapas”, de la cual participaron varios establecimientos clásicos, que amoldaron su propuesta a esta flamante iniciativa. 
De esta forma, por ejemplo, se ofreció Aipirí en Tatagua, una tapa de ropa vieja de carnero sobre un timbal de boniato elaborado con mantequilla y leche evaporada es una delicia para el paladar destinada a los amantes de las carnes. 
O una Bruschetta Criolla, que contiene dos tostones, uno con ceviche y pico de gallo y el otro con ropa vieja de res entomatada, puede convertirse en el montadito perfecto de una noche calurosa de verano.

Ron blanco, jugo de lima, azúcar y hielo. Batir por 30 segundos hasta que el hielo quede picado. Servir en copas bajas, Así se hace el verdadero Daquirí cubano. 

Para tomar en la barra

Al margen de la comida, Cuba también es reconocida por sus bebidas. No en vano Ernest Hemingway inmortalizó la coctelería local. Nadie puede irse de Cuba sin haber probado sus mojitos, ron collins, daiquirís o piña colada.
Casualmente, existe una gran cantidad de marcas de ron, cada una de ellas incluso tiene diferentes gamas y calidades. Tal vez, la más conocida sea Havana Club, pero son muy buenos los producidos bajo las marcas Caribbean Club, Matusalén, Caney, RonV.C., Varadero, Bucanero, Bocoy y Paticruzado.
También se destaca el Ron Santiago, de 15 años, el cual solo se encuentra en la ciudad de Santiago de Cuba.
Los licores de ron y frutas son deliciosos, y en Cuba no sólo son usados para beber, ya que también se utilizan para condimentar ensaladas de frutas. 
A raíz de su historia, La Habana recibió la distinción que la convierte en la Capital Iberoamericana de la Coctelería durante el año 2018.

Los mejores

De acuerdo a las opiniones de los turistas, la plataforma TripAdvisor elaboró un ranking con los diez mejores restaurantes de La Habana. De esta forma, colocó en el primer lugar a Elizald, que además de la coctelería, su “rico café” es uno de los muchos atractivos que lo hacen un sitio de referencia. 
El podio lo completan Habana 61 (“un rincón pequeño y selecto de la Habana Vieja”, de acuerdo a los viajeros) y 5 sentidos, que se caracteriza por su mojito y excelente atención. 

Sabores cubanos con aire porteño

Si bien no abundan los restaurantes típicos de Cuba en la ciudad de Buenos Aires, hay algunos que ya han logrado instalarse definitivamente en el sentir de los porteños y que junto a sus platos típicos suelen tener música en vivo para transportar a los comensales a la isla caribeña. La Bodeguita del Medio, en Las Cañitas es uno de ellos; otro es Oye Chico, en el Complejo La Plaza; Cuba Mía, en Montserrat y Mojitos de Cuba en Floresta.